TRASLADO AL ALTAR, PONTIFICAL Y PROCESIÓN EXTRAORDINARIA. CRISTO DE LA VERA CRUZ. BRENES

La mañana amaneció fresca, la brisa otoñal bañaba la vega ribereña que se despertó mas verde que nunca, el pueblo de Brenes madrugador ansiaba su presencia en las calles, los peregrinos hermanos de la Vera Cruz venidos desde muchos puntos de toda España iban llenando la plaza que poco a poco se completaba.

Los estandartes diversos cual cortejo tras el Cristo de la Vera Cruz de Sevilla un Lunes Santo posaban desde su sitio en la fachada del antiguo casino y presenciaban como a las nueve y veinte de la mañana mas o menos las puerta de la Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción se abrían de par en par.

Por primera vez en la historia de la Hdad, el cuerpo de acólitos con sus ciriales que la lluvia no dejo estrenar el Viernes Santo tomaba la calle y tras ellos envuelto en una nube de incienso como surgido de la nada aparecía poco a poco y sin correr sobre bellisimo monte de flores blancas y verdes la portentosa imagen q tallara Rafael Barbero hace 41 años Ntro. Cristo de la Vera Cruz,  que recién restaurado por Enrique Gutierrez Carrasquilla y con la remodelación sufrida en su cruz y en sus guardabrisas, se nos presentaba en pura perfección estética que  a los sones del órgano de la coral tomaba la calle para dirigirse al altar efímero montado para la Solemne Misa Pontifical.

Lo que pasó después..., jamás lo podría relatar, que Ntro. Cristo bajó la rampa del altar de nuevo a los sones del órgano de la coral, y que el pueblo que abajo esperaba se fundió en un abrazo y las emociones que dormidas guardaban los corazones breneros.., no tuvieron mas remedio q aflorar.

Y que enfiló la calle Real, y la banda comenzó a tocar...pienso que el cielo se fundió con el suelo, que nos vinieron a visitar y que el paraíso tiene le color del dorado de la canastilla de mi cristo y desprende un fuerte olor a nardo que jamás se irá.

....del sol que te alumbró...o de la fresca brisa de aquella mañana de Septiembre

de donde Vera Cruz tanta belleza que enloquecido tienes, a todo Brenes